Es el primero de mayo de 1993.

Estamos jugando por el ‘Paulistao’, el campeonato regional de la zona de São Paulo.

El estadio es el ‘Canindé’ de São Paulo, donde el anfitrión, el Portuguesa, recibe al Santos.

A pesar de que los blancos de Guga y Axel son favoritos en las apuestas, el Portuguesa rojiverde, un pequeño club acostumbrado a subir y bajar entre las ligas mayores y menores, está dando guerra a un rival con más títulos.

Tras un primer tiempo desigual a favor del ex equipo de Pelé, que acabó con el Santos ganando por 2 goles a 0, el equipo que apareció en el campo ante su afición en la segunda parte se transformó por completo.

El Portuguesa puso contra las cuerdas al Santos y a los pocos minutos de la reanudación acortó distancias.

Fue un gran remate de cabeza de Bentinho el que reavivó las esperanzas de los seguidores del “LUSA”, nombre con el que se conoce al club entre sus seguidores y en todo Brasil.

El propio Bentinho igualó el partido.

La acción se desarrolla de nuevo en la banda derecha, donde Dener, el número 10 del Portuguesa e ídolo indiscutible de la torcida ‘Lusa’, tras saltar a un hombre en regate ‘llama’ a un triángulo con un compañero, gana la línea de fondo y pone un balón de invitación dentro del área pequeña que sólo hay que empujar a la red.

Bentinho sigue ahí, en el lugar adecuado en el momento oportuno.

Mediada la segunda parte llegó incluso el adelantamiento.

Fue Tico quien, al borde del fuera de juego, se quedó solo en la frontal del área.

Avanza hacia la portería y con un toque exterior derecho burla a Edinho, el número 1 del Santos e hijo del gran Pelé.

Las protestas son interminables y el partido se calienta de repente.

El Santos, obviamente, no lo acepta.

Son puntos cruciales en la carrera por el título regional, aunque Palmeiras y Corinthians parecían objetivamente tener algo más esa temporada.

Los blancos se lanzan al ataque.

Hay un tiro libre a favor de los hombres entrenados por Evaristo de Macedo desde la línea de tres cuartos.

El balón es cabeceado fuera del área, recogido por Tico que lo pasa a Dener.

El número 10 del Portuguesa recibe el balón, de espaldas a la portería, cuando se encuentra a no más de diez metros dentro del campo contrario.

Y en ese momento inventa “algo” que hasta hoy, en las cuentas de los aficionados del Portuguesa, se considera EL GOL de la historia del club.

Con un toque, detiene el balón, se gira y, con el segundo toque, pasa el balón entre las piernas de un adversario.

Se lanza hacia la portería, que está, sin embargo, a 40 metros por lo menos.

Salta por encima de otro adversario, esprinta más allá de dos, llega frente al portero del Santos, le hace sentarse con una finta y luego empuja el balón en la portería, ahora vacía, con el exterior del pie.

La ‘torcida’ del pequeño ‘Estadio do Canindé’ enloquece literalmente.

Es el gol que cierra definitivamente el partido… y es el gol que consigna a Dener Augusto de Souza a la leyenda del Portuguesa y abre definitivamente las puertas de una carrera que, a los 23 años, ya le ha visto debutar con la selección absoluta brasileña.

 Era abril de 1994.

Han pasado menos de cinco meses desde aquel gol.

A principios de año, Dener fue cedido al Vasco de Gama, que no escatimó en gastos para hacerse con los servicios del joven talento de Vila Ede para el “Campionato Carioca” (campeonato regional de Río de Janeiro) de aquella temporada.

Las actuaciones de Dener fueron del más alto nivel.

Debuta con el Vasco de Gama en una minigira por Argentina en la que el equipo de Sebastiao Lazaroni se enfrenta también al Newell’s All Boys de Diego Maradona.

La actuación de Dener es tan espectacular que al final del partido ‘El Diego’ quiere felicitar personalmente al chico.

En esa liga ‘carioca’, la plantilla del Vasco es impresionante.

En la eliminatoria del cuadrangular final para el Vasco hubo ocho victorias y tres empates… y ninguna derrota.

Dener está jugando por fin con la continuidad que hasta ahora le había faltado y es uno de los principales protagonistas de este paseo triunfal.

Tanto es así que prácticamente todos los observadores coinciden en que el delantero portugués es un valor seguro entre los 22 jugadores que formarán parte de la expedición a Estados Unidos para el próximo Mundial.

Dener, que actúa principalmente como segundo delantero por detrás del “trotamundos” Jardel, ha enamorado literalmente a los seguidores del Vasco.

Lo que más impresiona de este diminuto delantero (168 centímetros para 60 kilos) es su capacidad para regatear a toda velocidad, e incluso quienes intentan pararle con las ‘malas’ pronto descubren que su equilibrio y agilidad son realmente fuera de serie.

El balón no parece querer salir de sus pies, ve la jugada, es bueno en el último pase y marca con regularidad.

El Vasco Torcida ha acuñado un estribillo especialmente para él.

¡Ê cafuné! ¡Ê cafuné! O Dener é a mistura de Garrincha com Pelé!’

Si la palabra cafuné es casi intraducible (es más o menos una caricia, un gesto suave) mucho más clara es la segunda parte de la letra “¡Dener es una mezcla de Garrincha y Pelé!”, el mayor elogio imaginable en Brasil, ya que menciona a los dos mayores campeones de la historia futbolística de este país.

El 17 de abril se jugará en el Maracaná el Fluminense – Vasco da Gama.

Acabará en empate, un 1 a 1 que sin duda no será recordado en los anales ni por el espectáculo en sí ni por Dener, que será expulsado durante el partido por una discusión con el lateral brasileño Branco, un viejo conocido también del fútbol italiano.

Sin embargo, nadie puede imaginar que éste será el último partido de Dener, el pequeño talento destinado a una carrera muy brillante.

Inmediatamente después del partido, disputado el 17 de abril, Dener regresa a São Paulo.

No se trata de un simple viaje de placer a su ciudad.

En São Paulo, junto a los directivos de su Portuguesa están los del Stuttgart, en aquel momento uno de los equipos más importantes y competitivos de la Bundesliga.

Defendiendo su compra con el equipo alemán está nada menos que Carlos Dunga, que había llegado al Stuttgart el verano anterior tras pasar seis temporadas en Italia, en las filas del Pisa, la Fiorentina y el Pescara.

Es un paso muy importante para la carrera de Dener y la propuesta económica es muy atractiva para este joven que, a pesar de su corta edad, ya es padre de tres hijos.

Dener ha tenido varios problemas disciplinarios en el pasado:

Faltas a los entrenamientos o llegadas tarde, algunas discusiones violentas con algunos entrenadores (con el ex portero de la selección Leao in primis), y en cualquier caso varios comportamientos que no eran precisamente profesionales.

Desde hace algún tiempo, sin embargo, parece haber madurado, ser más responsable y disciplinado, y su rendimiento en el campo es la prueba más clara de ello.

El 19 de abril, el Vasco reanudó los entrenamientos para la fase final del campeonato carioca y Dener, junto con su inseparable amigo Otto Gomes Miranda, abandonó São Paulo para regresar a Río de Janeiro.

Es precisamente su amigo Otto quien, en la madrugada del 19 de abril, conduce el coche de Dener, un Mitsubishi Eclipse.

Salieron de São Paulo durante la noche, casi seis horas antes, y ya están en las proximidades de Río de Janeiro (exactamente en la Lagoa Rodrigo de Freitas).

Ni siquiera quince minutos y ya están en su destino.

En un momento dado, ocurre algo imprevisible.

Y dramático.

El coche se sale de la calzada y acaba contra un gran árbol al borde de la carretera.

El impacto es tremendo, tanto por la alta velocidad como porque probablemente les pilló a ambos dormidos.

Otto Gomes Miranda sobrevivirá aunque le amputarán los miembros inferiores, mientras que para Dener no habrá nada que hacer.

Morirá en el acto, asfixiado por el cinturón de seguridad.

La investigación posterior establecerá que Dener estaba dormido en el momento del impacto con el asiento completamente reclinado hacia atrás y el cinturón de seguridad, en lugar de protegerle, prácticamente le estranguló.

Las condolencias en todo Brasil son inmensas.

Ver hoy las fotos de Dener en Internet sólo puede hacernos pensar en otro inmenso talento brasileño de la actualidad que tal vez logre todo lo que DENER AUGUSTO DE SOSA sólo pudo soñar.

Su nombre es NEYMAR.

ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES

Como muchos otros niños brasileños, la infancia de Dener transcurrió en el umbral de la pobreza. Huérfano desde los ocho años, la vida de Dener consistió durante años en ir a la escuela por las mañanas y buscar pequeños trabajos por las tardes para contribuir al escaso presupuesto familiar.

Sólo podía jugar en el famoso “fútbol sala”, donde, sin embargo, nadie dejaba de advertir el gran talento de este niño pequeño y delgado.

A los once años, el Portuguesa le hace un contrato, pero a los quince, las necesidades familiares le obligan a dejar el fútbol. Vuelve al fútbol sala, donde consigue reunir algo de dinero. Volvería dos años más tarde.

Así lo cuenta Antonio Gomes, el entrenador del Portoguesa que hizo debutar a Dener en el primer equipo.

‘Un directivo del club me habló de este chaval de piel y hueso y me convenció para que lo probara en un partido de entrenamiento. Llegó al campo y le dije al mozo de almacén que le diera la camiseta y el pantalón.

El partido ya había empezado varios minutos antes de que me diera cuenta de que Dener seguía en la banda. Parecía una chica perdida. Le invité a entrar en el campo. El primer balón que tocó lo pasó por encima de la cabeza de un defensa, lo paró y se fue como un rayo. El segundo fue un balón entre él y otro jugador, aproximadamente el doble de grande que él físicamente. Este último se coló, también de forma muy dura y descoordinada. Dener llegó una fracción de segundo antes al balón, lo tocó con la punta del pie y luego saltó con los pies juntos para evitar la entrada del adversario.

En ese momento me dirigí a los directivos y les dije ‘¡no dejéis que ese chico se vaya antes de que le hagáis firmar un contrato profesional!

La consagración de Dener llegó en 1991, durante el famoso torneo “São Paulo Junior Cup”, el torneo sub-20 más importante de Brasil y, en aquella época, un auténtico escaparate para los jóvenes talentos.

Dener condujo al Portuguesa a un triunfo por 4-0 en la final contra el Gremio y fue elegido Mejor Jugador del Torneo.

Antes del histórico gol contra el Santos, Dener marcó otro muy parecido en 1991 contra el Inter de Limeira, de nuevo por la liga paulista.

En aquella ocasión saltó por encima de cuatro futbolistas en regate y en velocidad antes de batir al portero en la red con un toque “por abajo”.

Con la selección brasileña debutó nada menos que Paulo Roberto Falcao durante su breve estancia en el banquillo de Brasil. Dos apariciones, ambas contra Argentina.

“Un jugador maravilloso. De los que pueden cambiar el resultado de un partido en un solo segundo. Los que son como él son un placer para cualquiera que ame el fútbol”, estas son las palabras del Octavo Rey de Roma.

José Maciá, conocido como Pepe, uno de los mejores delanteros de la historia del fútbol brasileño, fue entrenador de Dener en el Santos, en una carrera que le llevó a entrenar al gran Pelé en el Santos y, más tarde, a dar la vuelta al mundo como técnico en más de 20 clubes diferentes.

“De todos los futbolistas a los que he entrenado en mi carrera, él es el único que se ha acercado a Pelé en algún aspecto. Ese tío tenía un talento extraordinario”.

También en los recuerdos de Pepe hay otra anécdota particular y muy emblemática de la época en la que fue entrenador de Dener en el Portuguesa.

Dener llegaba a menudo tarde a los entrenamientos, o ni siquiera se presentaba. Estaba a punto de perder la paciencia con él cuando Capitao, el jugador más experimentado del equipo, vino a verme”, cuenta el gran ex delantero centro del Santos.

Vengo en nombre de mis compañeros. Por favor, tenga un poco de paciencia con Dener. Sabemos que no siempre rinde bien… pero es el que nos hace ganar partidos”.

Pepe recuerda que “fue la primera y la última vez en mi carrera de entrenador que hice una excepción con alguien”, y añade más tarde que “¡Capitao y sus compañeros tenían razón!

La última anécdota se refiere al jugador que para los brasileños que recuerdan a Dener resume la mayoría de sus características, Neymar Júnior.

Se dice que durante sus primeros años en el Santos, Neymar sufría mucho por la dureza de las intervenciones de los rivales (¡no es que haya cambiado mucho!) y a menudo acababa reaccionando mal haciéndose expulsar.

Un día, el Director Deportivo del Santos, Paulo Jamelli, decidió encerrar a Neymar en una habitación para mostrarle cómo reaccionaban los grandes campeones a las faltas de los adversarios… es decir, sin mostrar debilidad, levantándose tras una falta y listo para volver a empezar una nueva jugada.

Los vídeos mostrados aquel día eran de Pelé, Maradona, Messi y … DENER.

La de Dener es una de las 43 biografías contadas en https://www.urbone.eu/products/matti-miti-e-meteore-del-futbol-sudamericano